The Soundtrack Engine

Seguro que tienes algo mejor que hacer...

sábado, 29 de agosto de 2009

Hoy hacen santo a cualquiera

Imagen que acabo de ver en la edición digital del Heraldo de Aragón, justo ahora mismo. Lo que me encanta es la reliquia santa que lleva el niño de la derecha de la imagen ;)

martes, 25 de agosto de 2009

Vida

Cuentan en las sagradas escrituras, que nuestro Señor necesitó tres días para crear vida, en forma de plantas (que sí, que lo he mirado). Para tratarse de una entidad a la que no se le suponen estudios en bioquímica ni ingeniería genética, la verdad es que está muy bien.

Yo, que no soy tan omnipotente como el Altísimo, he necesitado cuatro días para hacerlo. A pesar de no haber batido ningun record, reconoceréis que no está tan mal para alguien que no quiso hacer el COU, vamos :). Eso sí, debo confesar que el éxito de la prueba se debió gracias a la suerte o la casualidad, como la penicilina o la vulcanización del caucho. No obstante, el resultado es lo que cuenta, evidentemente...

Si alguien cuya infancia fue mejor gracias al Quimicefa tiene ganas de probar el experimento, aquí os doy las instrucciones; son tres sencillos pasos:

-Uno: Decides pasar cuatro días fuera de casa, así que largo.
-Dos: En algun momento de esos cuatro días, haces que se vaya la luz de la casa. Como desconozco el momento exacto de este hecho, a efectos estadísticos supondré el escenario mas desfavorable: justo despues de cerrar la puerta tras irme, por ejemplo.
-Tres: Al volver tras esos cuatro días, abre el frigorífico y disfruta de tu nuevo ecosistema.

¡Eficacia garantizada, señores!. Ahora, si me disculpan, voy a llamar al desinfectador, o a los cazafantasmas, o algo...

jueves, 20 de agosto de 2009

Buzon de voz

El autor de este blog está ausente o fuera de cobertura en este momento. Responderá a sus comentarios cuando regrese.

;-)

martes, 18 de agosto de 2009

Cosas de niños...

El gato descansaba feliz apoyado en la repisa que divide el balcón del cuarto de estar. Mi heredero, que ha descubierto el placer de las cosas sencillas, como tirar a los gatos de donde estén para observar divertido la cara de susto que ponen, ya lo había localizado y estaba disfrutando del momento previo al atentado.

Yo también había visto la escena, y decidí actuar, que no es plan de dejar que se desarrolle su sentimiento de maltrato animal, así que cogí al chaval y poniendome a su altura, le advertí:

- Ni se te ocurra empujar al gatito, que no te está haciendo nada y está feo empujarlo...

El muchacho asentía con la cabeza mientras sus ojos no se apartaban del felino. El animal había empezado a ponerse nervioso pero mi reacción lo tranquilizó, sabiendo que lo estaba protegiendo. El niño bajó los brazos y se apartó ligeramente. Yo sabía que lo volvería a intentar (era obvio), pero aun pasaría un rato.

Me voy a la cocina a hacer unas cosas, y al cabo de un momento viene mi hijo, con cara divertida. Se me acerca y me dice:

- ...el gato... ¡se ha caído!

viernes, 14 de agosto de 2009

Ojú, que caló!

De los creadores de Parece que hoy no refresca, llega directamente desde el corazón del Sol, y a plomo, la superproducción Cuarenta y cuatro grados a la sombra. Actualmente en su nucleo urbano mas próximo :)

lunes, 10 de agosto de 2009

Viaje con nosotros (V)

Aquellos cuya vida personal sea tan pobre que llevan leyendo este blog desde sus inicios, y aun así no aprenden y vuelven una y otra vez :), recordarán que hace tiempo empecé a comentar acerca de un viaje de trabajo que en su día tuve que hacer a Alemania. Para aquellos que no saben de qué estoy hablando pero tienen curiosidad morbosa por mis tristes aventuras, sepan que mencioné cómo me enteré que tenía que irme de viaje y los preparativos previos, después os conté cómo llegué al aeropuerto, posteriormente os transmití mis sensaciones durante el vuelo a las germanias, y finalmente sermoneaba sobre el trayecto por carretera desde el aeropuerto hasta mi hotel. Bien, creo que siguiendo el ritmo de una entrada al año, me toca postear el siguiente capítulo.

Dejé la historia tras llegar al hotel. Su imponente mole empequeñecía mi ser mientras dudaba si realmente yo podía pasar ahí un par de noches; tenía la sensación de que iba a tener que pagar solo por mirarlo. Tras dejar el vehículo en posición de "sé que no puedo aparcar aquí, solo es un momento mientras pregunto", salí al exterior y dos sentimientos encontrados afloraron de golpe: primero, Soundtrack por favor cierra la boca y evita ese rictus de 'la ciudad no es para mí' que estás poniendo, que estamos en europa y estas dando el cante, leñe; segundo, descubrí que la diferencia de latitud no solo se notaba en que ahí arriba aumentaba la probabilidad de ser rubio, sino que la ropa de "aun no ha terminado el verano" quedaba muy bien en Zaragoza y tal vez en El Prat, pero aquí era, a todas luces, insuficiente.

Con la piel de gallina debido al golpe de frío, entré en el hall del hotel, donde sufrí una especie de síndrome de Stendhal. Creo que viajé en el tiempo a un Waldorf-Astoria del siglo XIX o así. Mis ojos, cegados entre tanto brillo dorado, medio alcanzaban a contemplar multitud de elementos decorativos cada cual mas caprichoso. Una enorme araña de luz colgaba del techo, con múltiples brazos chapados en oro que daban mas luz que las propias bombillas. En diferentes expositores a lo largo de la sala, ofrecíanse diversas joyas en los que no se indicaba el precio, bastaba con saber que estaban a su disposición. El patio principal disponía de diversas salitas adjuntas, algo mas recogidas, con mesas y sofás para quien quiera descansar un rato hablando con sus amistades, o para esperar a alguien mientras tomas un combinado del bar del hotel. Por supuesto, había un piano. En estos sitios DEBE haber un piano, pero nadie lo estaba haciendo sonar. Una vez asimilé tanta cantidad de lujo (para un chico de barrio, todo eso era lujo, qué pasa...), recordé que el coche todavía estaba fuera, y que fuera hacía frío así que mejor ir al grano.

Si, al hotel llegué de día, pero la foto la hice de noche, qué pasa...

Me acerqué al mostrador ignorando el escozor que producían mis pezones rozando la camisa, y disimulando con cara de "¿agujeros? yo no le he hecho ningun agujero a la ropa, se confunde" me dirigí al empleado que atentamente me miraba y esperaba que iniciase la conversación. Para todos aquellos que les da pereza, todas las conversaciones han sido traducidas :)

Me identifiqué como Soundtrack, y le hice ver que tenía una reserva a nombre de La Empresa Donde Trabajo. Una vez visto que efectivamente se me esperaba, me dieron una amable bienvenida y prepararon una serie de papeleo para firmar, la tarjeta de acceso a la habitación (nada de llaves) y se hacían cargo de que iba a necesitar una pequeña plaza de aparcamiento durante mi breve estancia. Entonces, y sin perder la compostura, es cuando el empleado me preguntó: -¿Me puede dar su tarjeta, señor?

¿Tarjeta?... inocente de mí, aun le pregunté si se refería a tarjeta de visita, para confirmar que era quien era y trabajo donde trabajo. Sin inmutarse me corrigió: -No señor, su tarjeta de crédito.

- ¿Tarjeta de crédito?... Ah, es para pagar por adelantado... vale, si. Verá, me han avisado del tema que aquí no hacen facturas, así que lo traigo en efectivo..
- No señor, disculpe. No aceptamos efectivo, solo con tarjeta de crédito.
- Pero... yo no uso tarjeta de crédito
- La tarjeta de la empresa, la que le hayan dado para los gastos del viaje.
- Er.... (el mostrador se hacía cada vez mas grande)... no me han dado tarjeta de empresa...
- Ah... (en ese momento ví como me decía "pringao" con la mirada)... no dispone de tarjeta de empresa (juraría que aunque no se una palabra de alemán, empezó a escribir "es pobre es pobre es pobre es pobre es pobre..." en todos sus papeles).

Humillado y sabiendo que estaba en un lugar que no me correspondía, y viendo que era la segunda vez en el mismo día que me hacían lo mismo (ya era la segunda vez que ponía pasta de mi propio bolsillo), se me ocurrió probar con la tarjeta del cajero. La mía, vamos, no de la empresa. Y claro, la aceptaron con sumo gusto... Eso sí, antes de soltarla (¿habeis visto alguna película de Leslie Nielsen?) hice que me dejase muy clarito lo que iba a pasar con ese dinero que iban a quitarme. La teoría era plausible: inicialmente no cobran, solo retienen ese dinero en la cuenta. Si la empresa finalmente paga como es debido, se libera de nuevo ese dinero y todos contentos. Si la empresa se pone tonta, pues te cogen la cantidad retenida, y luego te vas a quejar a la empresa, pero ellos ya han cobrado. Que genios son esos alemanes.

Así que acepté, qué remedio, con el dinero en metálico partiendose de risa.. Habría dormido en el coche, pero si tampoco puedo aparcarlo, lo mismo me da. Cuando firmé el justificante de retención, miré la cantidad que sujetaban. ¡Joer! ¡¡Trescientos y pico euros por solo dos noches de alojamiento y desayuno!! ¡Y entre semana!... Suerte tuve que el viaje fue a primeros de mes y aun no habian pasado el grueso de los gastos tras ingresar la nómina, que si no me veía de Hausweniger (sin techo, en alemán). Una vez formalizada la transacción, y luchando para que no se me notasen las lágrimas, me dieron todo el papeleo, mi número de habitación y el aparcamiento. Volví al coche, sin notar para nada el frío (bastante helado me había quedado ya), aparqué muy cómodamente, eso sí (la plaza, lo reconozco, era magnífica y justo en la entrada), saqué la maleta y volví al hotel.

Una vez dentro llamé al ascensor. Bajó, y pulsé el botón de mi piso, el 13, sin éxito. A la cuarta vez que intentaba darle me fijé en que realmente, ni siquiera era un botón. Antes de que tuviera tiempo de dar una escena digna de los mejores tiempos de Paco Martinez Soria entró un hombre con aspecto de ejecutivo, con un traje que dice "yo cobro mas en un mes que tú en dos años", y tras saludarme correctamente acercó su tarjeta de la habitación al lector de la botonera del ascensor. El chip RFID hizo el resto; se iluminó el destino elegido y el ascensor comenzó su marcha. Visto el procedimiento, acerqué mi propia tarjeta, con idéntico y gozoso resultado. Unos segundos despues de apearse mi acompañante, llegué a mi planta.

Y, sí, continuará... ;)

sábado, 8 de agosto de 2009

Camino a la abadía

Ejem.... y muchas gracias a Eva por recordarme que se cumplen cuarenta años de las teorías sobre el fallecimiento de Paul McCartney digoooo.... de Abbey Road ;)

No hubo Demasiado Corazon

Adios, Willy DeVille...

viernes, 7 de agosto de 2009

Accion sindical

Esta mañana hemos tenido pleno del comité. Y en mitad del segundo punto del orden del día, cuando algunas partes se habían enfrascado en una discusión algo absurda, me he quedado frito, como quien oye un telediario despues de una copiosa comida.

Como tal, oye, roque del todo, legañoso perdido. Y encima no solo era perfectamente consciente de lo que me estaba sucediendo, sino que encima aun me he acomodado mejor para aprovechar el asiento :P...

Ains, así da gusto luchar por los derechos de los demás, oye... :D

jueves, 6 de agosto de 2009

Hiroshima, mon amour.

Ayer se me pasó recordarlo, pero ya hace 64 años de esto...

domingo, 2 de agosto de 2009

Un desalojo, otra okupacion!

Aunque esto ya lo veo pelín exagerao...

sábado, 1 de agosto de 2009

Eta, no gracias.

He hecho una pequeña comprobación con Google. He buscado términos a ver cuantos resultados aproximados hay, y me sale esto:

Gora eta: 585.000 resultados
Eta kanpora: (significa Eta fuera) 208.000 resultados
Eta no: 36.000.000 resultados

Hmmm..... desconozco si hay que hacer algun tipo de lectura profunda a esto, pero juraría que segun google, el rechazo a la banda es mas extenso en castellano que en vascuence... Aunque también puede ser que el término kanpora se este empezando a utilizar hace poco, quien sabe...