Soy estadistica... (Parte dos)
El sueño nos invadía plácidamente en la noche inmediatamente anterior a los días grandes (es un decir) de la Semana Santa. Sin embargo, a las 4:37 minutos de la madrugada de la noche del miercoles a jueves santo, el teléfono empezó a sonar, inmisericorde.
La última vez que el teléfono sonó de esta manera, hace algunos años ya, fue por algo muy, muy triste. Mientras yo intentaba centrarme y pensaba "¿quien será?, si tengo que irme a trabajar dentro de unos minutos...", mi Dama ya había alcanzado el auricular y preguntaba, temerosa, quien era.
Cuando llegué hasta donde ella estaba, ya me había despejado lo suficiente como para recordar que no tenía que trabajar, que estaba de fiesta, y que mi Dama finalizaba la conversación con un "Ahora mismo baja". Al colgar, me dice "La policía. Que bajes que nos han roto un cristal del coche".
La última vez que el teléfono sonó de esta manera, hace algunos años ya, fue por algo muy, muy triste. Mientras yo intentaba centrarme y pensaba "¿quien será?, si tengo que irme a trabajar dentro de unos minutos...", mi Dama ya había alcanzado el auricular y preguntaba, temerosa, quien era.
Cuando llegué hasta donde ella estaba, ya me había despejado lo suficiente como para recordar que no tenía que trabajar, que estaba de fiesta, y que mi Dama finalizaba la conversación con un "Ahora mismo baja". Al colgar, me dice "La policía. Que bajes que nos han roto un cristal del coche".
Tras maldecir ligeramente la suerte que nos toca, me vestí, me abrigué y bajé a ver qué pasaba. El coche no estaba aparcado lejos del portal, y nada mas salir a la fría madrugada ví, al otro lado del río, una serie de luces destelleantes. Allí había mas de un coche de policía, no parecía un vulgar intento de robo.
Soportando el viento y los apenas 7 grados de temperatura, conseguí llegar hasta un agente. Me identifiqué como el propietario y me dijo "¿de cual?". ¿De cual?, contesté yo. Si - me dijo - hay seis vehículos agredidos.
Por lo que me pude enterar en el rato siguiente, un grupo de alegres muchachos decidió celebrar la semana santa a su manera, rompiendo las ventanillas de seis de los coches que había aparcados en esa zona, de forma aleatoria. Y según ví, al menos habían entrado en el mío; habían revuelto el interior, salpicaderos y bolsillos, llevándose un vulgar paquete de toallitas limpia-salpicaderos. Si, yo también puse esa cara.
Asi que nada, sobre las cinco y poco de la mañana estuve quitando la mayor parte de los cristales (los grupos mas grandes) y volví a casa a buscar algo con lo que tapar la ventanilla. ¡Maldita sea mi interés por el reciclaje y el medio ambiente! Casi un año con una caja inmensa de cartón de "un día de estos lo bajo", y apenas lo había reciclado hace un par de semanas... En fin, a ver qué encuentro por casa... nada... nadaaaa.... no hay nadaaaaa... si es necesario usaré una bolsa de basura, pero... ¡Eureka! Se nos ha olvidado tirar la caja y la bolsa de un juguete del chico... bueno, recortándolos debidamente, se puede hacer algun tipo de apaño...
Pues nada, MacGyver no estaría orgulloso de mí, pero al menos si hace frío o llueve evitaremos molestias posteriores. Para cuando termino, otros tres damnificados se han llevado los coches a otro sitio ¿?, y dos de los dueños no han aparecido, con lo que sus coches se los lleva la grúa, por si acaso. Antes de irse, la policía me informa que debería ir a poner una denuncia, sobre todo por temas de seguro y demás, cuanto antes mejor. Como total ya estaba despierto, me enfundo el gorro y los guantes y salgo a la comisaría de Policía Nacional correspondiente.
Cuando llego, alrededor de las seis de la mañana, informo de lo sucedido. Tras quejarse un poco de la Policía Local (los que nos llamaron) por llamar por teléfono a esas horas cuando realmente la urgencia no es para tanto, paso a poner la denuncia. Les sorprende cuando les doy los datos que me han dado los locales: que solo soy una sexta parte de los damnificados y que supongo que mas adelante irán llegando el resto. Dejan la denuncia abierta para que se vaya sumando el resto, si es que van apareciendo, y ya puedo irme a casa. Antes de irme, me comentan que sería buena idea que en cuanto tenga un rato, me acerque a la central de la Policía Científica para que procesen el coche en busca de huellas, por si les puede ayudar. Yo, que soy un buenazo y ciudadano de pro, les digo que así lo haré.
Cuando salgo, veo cómo amanece en la lejanía. Y el frío matutino y esta mágica situación hace que a mi mente fluyan varias ideas... Mas de una vez me han comentado insignes personajes como Monseñor Gusano, el Secretario o la mismísima Señora Presidenta, que cuando leen este blog (si, al parecer alguien lo lee, je je jeeeee) :-P tienen la sensación de que, o me lo invento, o chico es que me pasa de todo. Que si nos asaltan el piso de vacaciones, que si me encuentro un pseudo-moribundo, nos roban la silla de bebé, ahora esto... Lo cual me hace pensar dos opciones. O realmente siempre me han pasado cosas, solo que no lo escribía y no me parecía para tanto, o es que tras empezar a publicar este vuestro blog, el universo entero se afana por proporcionarme experiencias e historias que poder publicar aquí, para deleite del público usuario. Si al final resulta cierta la segunda opción..... ¡Me cago en Paulo Coelho! :)
Llego a casa a las siete de la mañana exactamente. Consigo volver a dormir algo mas de dos horas, tras lo cual cumplo con mi deber cívico y llevo el coche a procesar. Antes de montarme limpio lo mejor que puedo el asiento del conductor, con el resultado de clavarme una pequeña astilla de cristal en el meñique. En fin, pudo haber sido peor. Cuando llego al lugar, tras calmarme porque a mitad de camino casi me arrollan dos mujeres que cruzaban una calle corriendo y sin mirar, con lo que casi me llevo por delante una de ellas (en serio, porque se dio cuenta en el último momento y empujó el coche con las manos para apartarse, en marcha; si nó, estaría escribiendo un post muy diferente), pues comento lo sucedido y me piden que meta el coche dentro. Lo hago, y me cuentan que casi mejor que me vaya y ya me avisarán cuando esté todo terminado, ya que al estar solamente el equipo de guardia, y los CSI de turno están fuera, pues que cuando tengan un rato entre salida y salida ya lo harán; tiene su lógica, puede haber cosas de mayor importancia que no tratar un coche que, total, ya tienen ahí a mano. Les doy las gracias, y me vuelvo a casa.
Una vez allí, llamo al seguro para informar de lo sucedido y pregunto si por un casual conocen a un cristalero de urgencia. Pues no. Vaya faena que sucedan estas cosas en estas fechas. Todos los talleres cerrados, menos uno en la otra punta de la ciudad, que solo abre cuatro horas por la mañana del sábado, y que hay que pedir cita previa.... el mismo sábado. No pinta bien, no. Dentro de lo malo, al no tener apenas planeado ningun viaje y tener fiesta en el trabajo me ha venido bien para poder hacer todos estos recados sin perder horas de trabajo. Pero los que tuvieran previsto irse de viaje estos días y de repente se han quedado sin cristalero... eso es mas crudo.
Varias horas despues, por la tarde, unas pinzas me ayudan a quitarme la astilla que tenía incrustada en el dedo. Y poco antes de las ocho de la tarde me llama la policía, para decirme que ya me han empolvado el coche y que puedo recogerlo cuando quiera. Como ya es algo tarde, les informo que lo recogeré a la mañana siguiente. Así al menos duerme protegido (ya lo creo) y me evito tener que buscar un aparcamiento. Dicho y hecho, tras el siguiente desayuno, vuelvo a la comisaría en cuestión y me llevo el coche, tras suponer que al Grissom que ha estado dentro se le ha debido caer un paquete de harina sin querer, porque lo han dejado todo perdido.....
Una vez fuera, encuentro con éxito un Autolavado que no ha cerrado por vacaciones. Tiene servicio de aspiración, con lo que me remango y me dispongo a eliminar todos los restos de cristal que hay desperdigados, o al menos la mayoría de ellos.
Tras algo mas de una hora y unas agujetas considerables en ambos brazos, culmino la tarea. Prácticamente he tenido que desmantelar el habitáculo, y aun quedan restos de cristal que no he podido eliminar, pero aparentemente el resultado es satisfactorio. Menos mal, ya podemos sentarnos sin peligro de tatuarnos los glúteos. Ahora a casa, a aparcar el coche y a descansar un poco, que vaya días hemos pasado.
Mi padre nos ha dado la idea de dejar el coche en el pueblo, bien encerrado y relativamente mas seguro, lo cual puede ser mejor que dejarlo en la calle, sin ventanilla y casi con un cartel de "Bienvenido" en la puerta, así que mañana lo dejaremos allí, mientras conseguimos cita para que nos lo arreglen en un taller que tengo al lado de casa, pero que no abren hasta el lunes. Y si ademas hay que avisar al perito para que lo examine y demás... pues vamos, que mejor me olvido de ir con prisas.
Y mientras tanto, en una Zaragoza que no se ve afectada por los dramas particulares....
8 Comments:
At 21/3/08 22:22, Tamaruca said…
Jolín, qué aventuras os pasan. Yo es que soy una petarda obsesiva con el tema "mi coche no duerme fuera del garaje" pero es que, dada mi propensión al desastre -¿En serio crees que puede ser culpa de Coelho? Mira que vamos y le atizamos- es mejor así. Tuve un 600 nada más sacarme el carné -Hace ya casi 11 años, caracoles, qué vieja soy!-; me lo robaron una vez llevando el bloqueo ese desde el volante al pedal y todo, y otra vez, estando yo dentro del coche y parada en un semáforo, un motero me rompió la luna trasera y se llevó mi bolso, snif. Yo me habría sentado sobre la astilla de cristal, seguro. Mejor en el dedo, dónde va a parar...
Un besín, a ver si os lo arreglan pronto los del seguro porque menuda faena.
At 22/3/08 01:49, Anónimo said…
Bueno, estoy dándole vueltas al asunto y la verdad es que no se me ocurre nada de lo de "no hay mal que por bien no venga" si es que es un gran putada.
Hace unos días donde vive mi hija un "personaje" se dedicó a "afilar" su llave rozando todas las puertas de los coches estacionados.
Otra vez a mi yerno le rompieron los dos espejos retrovisores a patadas.
A mi hija la mayor estuvieron a punto de echarle la puerta de casa
a bajo amenazándoles de muerte, por decirles a las cuatro de la mañana que dejaran de armar escándalo en la calle a unos niños de papá.
Creo que el alcohol y las drogas están volviendo locos a los jóvenes.
Un fuerte abrazo.
At 25/3/08 08:23, Anónimo said…
Siento mucho lo de tu coche y quiero advertirte que nuestra policía científica no suele ser como Grisson, porque al padre de un amigo mio le intentaron robar en casa y le rompieron un cristal y le dejaron huellas y nada de nada.
Un besín
At 25/3/08 12:22, Anónimo said…
Hombre haberme avisado queese dia libraba, detodas formas losdela policia cientifica no tienen ni idea, como algunosque yo see
At 25/3/08 12:24, Anónimo said…
Por cierto para cuado la enesima parte del viaje a Alemania , me muero por saber como acaba
At 27/3/08 00:39, Anónimo said…
impresionante relato,...
yo esta semana santa me corté el pulgar cortando jamón, pero la culpa no es de Paulo Coelho, es castigo divino por comer carne en Biernes Santo
mea culpa...
At 27/3/08 00:40, Anónimo said…
he puesto Viernes Santo con B? Dios me castigaá de nuevo! noooo
At 31/3/08 11:51, Soundtrack said…
Joer, Tam, y yo que pensaba que yo era el epicentro de las curiosidades... Anda que si me pasa lo tuyo seguro que lo publico en plan fotonovela y todo... :). A mí me robaron un 124 (si, también me siento viejo :-P) que fue usado para ir a la plaza de toros ¿?, donde fue recuperado. Ya ves. Y sí, creo que al Coelho en cuestión le deberíamos dar una serie de palmotazos en la calva, a ver que pasa :)
Abuelo, tu tampoco vas mal de anécdotas... me voy a sentir mal por publicar semejante chorrada como algo serio... :). Pues no sé si es el alcohol, las drogas, la escasez de alcohol y drogas, o que hay energúmenos que no han tenido unos padres que les digan "Hasta aquí". Y encima nos los tenemos que ver presumiendo por internet de sus proezas. A cavar zanjas los mandaba yo...
Gracias por tu comentario, Eriwen. Ya me imagino que no sacarán nada en claro, de hecho si no me lo llegan a proponer, no pensaba hacerlo, pero en fin, ya que es una herramienta que pueden usar, me sabría malo decirles que no. Espero que lo del padre del amigo tuyo se haya quedado solo en un susto (y en otro cristal, claro)...
Hercules Poirot Tienes razón, podría haber avisado a nuestro Inspector Gadget particular, que seguro que hallaba algo... ;-)
Geneliniii..., tranquilo que tendrás tu dosis. Si para la tercera parte tardé un año, seguro que la cuarta sale algo antes :)
Anónimo Siempre puedes disculparte diciendo que eres musulmán no practicante, con lo que así te eximes de cualquier delito :-P
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