Reactivando la economía

Poco a poco estamos acercándonos al verdadero abismo que es la famosa crisis puesto que los bancos, ese motor de la economía que se les olvida que funcionan con el combustible de nuestro dinero, han restringido de forma dramática la concesión de créditos, incluso a gente solvente. Poco importa si se trata de un negocio que intenta mantenerse a flote unos meses más a la espera de que cambie el viento, o una pobre persona que solo intenta financiar una pequeña reparación para su vehículo. Los bancos han cerrado el grifo y no tienen intención de abrirlo a corto plazo.

¿Todos? ¡No! Hay una entidad que se solidariza con el español medio y que comprende sus inquietudes y necesidades, actuando del modo mas cristiano posible.