Nada
Por el título de este post, cualquiera podría pensar en que voy a hablar de lo que me ha tocado en la lotería de Navidad. La verdad que podría valer, pero no quiero hablar de eso...
Desde que tengo memoria, nunca he llevado bien las celebraciones. No me siento a gusto en ellas, siempre tengo la sensación de que no debería estar allí. Y de todos esos momentos, los que peor llevo son dos: mi cumpleaños y las navidades.
Creo que ambos tienen algo en común, que es lo que me incomoda: se trata de un fin de ciclo. Cuando cumplo años o se alcanza la nochevieja, es como haber terminado otro turno. Y veo que no he conseguido avanzar ni mejorar ni aprovechar las oportunidades que he podido tener. Tengo la sensación de estar desaprovechando permanentemente el poco tiempo que desconocemos tener.
Y por eso en esos días no consigo animarme. Tengo el peso de lo que no he hecho durante el periodo anterior, y la desdicha de vaticinar que tampoco haré nada durante el siguiente. Esas celebraciones son el recordatorio cíclico de que he vuelto a fallarme a mí mismo.
Así que vosotros, que podéis, disfrutadlo. Puede que valga la pena.



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