Retrasos

Con el título propuesto

al post que ahora vais leyendo

no quiero que os vayais creyendo

que este posible supuesto

del retraso es referente

a lo que una hembra paciente

en esos días del més

sufre el tremendo revés

de ver y tener presente

su ciclo menstrual evidente.

Lo que a mí me anda rondando

es contar, de forma breve

(si es que Soundtrack así puede)

historias que voy retrasando

pero que aun creo vivas

y sin miradas lascivas

intentaré en un futuro

publicarlas, mas o menos,

sin un orden claro y puro

sin gritar "rayos y truenos"

pero así, las creativas

ideas que voy pensando

saldrán del lugar oscuro

donde hoy las estoy guardando,

aunque muchas se han quedado

obsoletas en el tiempo,

y aunque no llegan al ciento

las que su tiempo ha pasado

hay varias que por decoro,

por ser mas chulo que un toro,

prefiero quedarme callado.

Tengo pendiente contar

mis andanzas alemanas,

que aunque me cueste semanas

este viaje terminar,

insisto que lo he de hablar:

buena forma es de evitar

el dejar el blog vacío,

por eso inocente confío

en poder continuar.

Tamaruca, sin saberlo,

me ha inspirado (como el viento)

en querer contar un cuento

de esos de miedo y congoja

que el esfinter se te afloja

sin comerlo ni beberlo.

Quería hablar del asunto

de los derechos de autor,

que yo tambien soy presunto

de sustraer sin dolor

las ganancias esforzadas

por la $GAE reclamadas

aunque algo aquí apunto:

es de otros el sudor.

Quisiera hablar de tan nuestra

política crispación

que en tan ilustre palestra

se dan bofetada diestra

los grandes de la nación.

Del global calentamiento,

si hay etarras con derechos,

si hay en Marbella un portento

que pudiendo alzar el pecho

afirme que "Yo no miento,

no he cometido cohecho".

Y tantas muchas otras cosas

que San Reloj me reserva

como ideas en conserva

guardo en un lecho de rosas

diversos temas y prosas

que el no contarlas me enerva.

Así que he decidido

explicarme simplemente

estrujandome la mente

sin dar nada por perdido.

Espero haberme lucido

con un texto tan notorio

que ni don Juan Tenorio

mejorarlo haya podido.

Y es que ayer, anocheciendo,

viendo Camera Café

en esa serie inspiré

versar como estoy haciendo

tras ver un corto genial

en que este grupo coral

hablaban en plan sainete,

y sentado en el retrete

(disculpen el tema fecal)

decidí, que en plan tremendo

este post lo escribiría

si la musa, que es mi guía,

lanzándome ideas a coro

permite seguir la vía

de nuestro Siglo de Oro.

Muy buenas noches.