El milagro de la vida (ajena)

Pues nada, se me acaba de informar que estoy a puntito de convertirme en tío político. Y mi chaval dejará de convertirse en nieto único, tras la aparición de su inminente primita, llamada Elida o algo así. Al menos no la han llamado Jennifer Angustias.

En estos momentos, mi cuñado debe estar haciendo uno por uno todos los tópicos de las películas españolas sobre partos de los años 70, y mi cuñada se estará cagando en toda mi estirpe si se llega a enterar de lo que estoy frivolizando acerca de sus contracciones, pobrecilla. Una de las sorpresas de las que uno se entera tras romper aguas, es que la epidural alivia, pero no elimina. No obstante, ayuda, y mucho. No entiendo a las futuras madres que deciden no usar la epidural para poder sentirse "mas cerca" de su hijo (cada vez menos, espero). Las respeto, pero me parece un sacrificio inútil. Otra cosa es que la dilatación sea de tal nivel que la epidural ya no se pueda poner, en cuyo caso, mis sinceros respetos y lamentos.

Bueno, la chica aun no ha nacido y ya me han programado el régimen de visitas :-P. Dentro de un rato iré a buscar al pequeño al cole, y a prepararme para ver a la recién llegada. Viva el cheque-bebé :-)

Actualización 18:29
Pues ya es oficial: tras aproximadamente 16 horas y media de parto, la pequeña Alida (exacto, ése es el nombre) es una realidad. Desde aquí quiero mandar un sincero saludo a todas aquellas mujeres que se ríen de los hombres con ideas como "Jamás sabréis lo que es tener una vida creciendo en tu interior y dar a luz". Pues toa pa vosotras...
:-P