La propiedá inteleshtual

Hace ya unos cuantos años, mas de los que quiero reconocer, fuí a cine a ver la película de La Familia Addams. Me gustó, lo confieso, y cada vez que la veo aun me sigo riendo con algunos gags; pero una de las cosas que mas me impactaron fue la (para mi gusto) magnífica banda sonora compuesta por Marc Shaiman.

Como suelo hacer cuando me infecta el virus del consumismo compulsivo, al siguiente día hábil me fuí de caza, con la intención de comprar la BSO y gozar intimamente de sus acordes. Me paseé por las tiendas habituales y las no habituales. Nada. No hubo suerte.

Pasó el tiempo, y mis en mis visitas de cacería, seguía infructuosamente con la esperanza de que en cualquier momento, aparecería la carátula que estaba buscando. Pero nada. Al final, tuve que desistir.

Unos años despues, la película tuvo una secuela (La tradición continúa, se llamó aquí). Y me dije, "a ver si hay suerte". Me puse el salacot y los pantalones de safari y volví a la carga. Curiosamente, encontré (y sigo encontrando) infinidad de copias editadas de la BSO de la segunda parte, pero segúía sin encontrar la banda sonora de la primera.

Al final, volví a abandonar la búsqueda. Que cosas.... Asumí que no se puede tener todo, y abandoné toda esperanza en ese oscuro rincón donde los recuerdos secretos se enmohecen y, por qué no, se cabrean.

Hace poco, volví a ver la primera película ya que la emitían por televisión. Me volvió a encantar, y volví a preguntarme, ¿y si...?

Cuando terminaron los títulos de crédito, conecté el emule y busqué una sencilla cadena de texto. En un par de días, 16 años despues (bueno, al final lo he dicho), lo conseguí.

Por supuesto, una vez el archivo con la música se guardó definitivamente en el disco duro, el sector de la música volvió a entrar en crisis. Grandes discográficas entraron en receso por la pérdida de ingresos, miles de personas fueron despedidas, diversas tiendas de música históricas tuvieron que cerrar quedándose los dueños en la calle, y los concursantes de guardia de OT se lanzaron a realizar diversas galas benéficas contra la piratería y para pedir al gobierno que salve la música, que nos hace mágicos (lo cual me parece fantástico, si no fuera que ellos dicen piratería cuando quieren decir descargas por internet, pero en fin...).

Qué desvergüenza la mía. Pobre gente. A ver si consiguen que aumenten el % de canon para poder vivir decentemente, que por culpa de la crisis inmobiliaria seguro que alguna entidad de gestión tendrá problemas para financiar tanta mansión que estan adaptando como sede en diversas ciudades. Ah, chiquillos......