De cómo acepté pagar más para empeorar el servicio

Si hay algo que la vida me ha enseñado repetidas veces, es a reconocer cuándo he sido derrotado. Hay momentos en la vida de un hombre que debe detenerse, mirar atrás, y comprobar si su lucha tiene sentido y si peor la resistencia o la resignación. Mirarse frente a frente (usando un espejo, de otra forma sería algo complicado) y decir: "De acuerdo, Johnny; has aguantado bien. Has resistido y demostrado que tienes principios y aguante para mantenerlos, pero por favor, ya basta". Evidentemente, el tener que decir "Johnny" no es obligatorio...

Ya comenté tiempo atrás que la estrategia de ONO estaba enfocada a la posible captación de clientes nuevos, y a ignorar activamente a los clientes que ya tiene en nómina. Pedí que me bajaran la conexión porque realmente no necesito 6mb de bajada constantemente (con 3mb el porno sigue bajando perfectamente :P), y porque los 20 euros mensuales de diferencia, antaño permisibles, ahora se han convertido en imprescindibles y necesarios. No estamos como para despilfarrar... Las últimas veces que lo intenté se mostraron inflexibles: si quiero cambiar las condiciones, tengo que asumir una "multa" de unos 40 euros. Por mas que intenté dialogar (error) convencer (craso error) y dejarles claro que si ellos modificaron mi contrato unilateralmente, yo tengo derecho a que me lo devuelvan (fatídico error). Total, que lo único que me quedaba era la amenaza de darme de baja, pero no tengo destos para llegar hasta el final. Así me va.

Así que un día, resignado, avinagrado en mi propia complacencia, me decidí. Total, la multa la tendría amortizada en un par de meses tan solo. Lo primero que hice fue coger mi dignidad y sentarla frente al televisor, que echaban Donde estás corazón. Mientras mi dignidad se preguntaba incauta por qué la había abandonado frente a semejante castigo, me escondí en un cuarto y en voz bajita, para que no me oyera el rinconcito de mi cerebro donde se ubica la vergüenza, llame al servicio de distracción al cliente de oh, no.

Tras el protocolo de rigor, les vuelvo a solicitar que me bajen la velocidad y me contesta (perdón, me advierte) que si hacemos eso me pasarán un cargo extra de casi cuarenta euros, y me pregunta: -¿Está seguro de querer modificar las condiciones?. Así que respondo: -Desgraciadamente, sí. Esa frase choca con la pobre teleoperadora que se queda unos segundos en blanco, intentando discernir qué leches estoy insinuando.

Una vez se convence que sí, que he dado permiso para que continúe, me dice que espere un momento, por favor, que se dispone a cambiarlo en el sistema. Y entonces, lo escucho. No pulsa el botón de "mute", con lo que me entero de la conversación que tiene con su supervisor. No sé si es debido a que me ha tocado la nueva, o a que nadie, jamás, les había pedido antes una reducción del servicio; así me entero de lo mucho que tienen que investigar en sus manuales y diversas consultas a otros técnicos hasta poder hacer el cambio solicitado.

En estas que observan algo de lo que no se habían percatado inicialmente, y me lo comentan:

-Disculpe, Sr. Soundtrack, pero acabo de darme cuenta de que si procedo al cambio, perderá usted un descuento comercial que tiene activado en este momento...

-Vaya, un descuento comercial. ¿Y de cuánto es ese descuento comercial, si tiene la amabilidad...?

-Por supuesto, señor. Le descuentan unos cuatro euros mensuales...

¡Cuatro eurazos! ¡Uno detrás de otro!. Así que utilicé mi formación académica para calcular los beneficios de ambas opciones. Vamos a ver: cuatro euros de descuento comercial por un ladoooooo..... alrededor de veinte euros menos al mes por el otrooooo...... Tras unas rápidas operaciones aritméticas, mi cerebro conformó la respuesta que le iba a dar a la operadora. Por suerte, la rápida reacción de módulo de traducción de lenguaje obsceno que tengo implantado en el lóbulo frontal hizo que de mis labios saliera un aséptico "-No importa, por favor prosiga". Eso sí, del sobreesfuerzo cerebral voy a tener jaquecas unas dos semanas....

Así que con mi masculinidad a la altura del parqué, me confirma que Alea Iacta Est y que en 24 horas como mucho se habrá producido la mutación. Gracias, colgué, y recogí mi dignidad, que se había quedado dormida en el sofá frente a la tele, ya que no tenía cerca el mando a distancia. Antes de volvérmela a poner la dejé descansar tranquila. Pobrecilla. Que duerma ahora; ya tendrá tiempo de indignarse cuando se entere de lo que he hecho en su ausencia...

Epílogo

24 horas después. Llamo de nuevo al servicio de ofuscación del cliente.
- ¿Hola? Buenas, mire, que ayer mismo solicité que me bajaran la velocidad de internet, pero además resulta que me han desaparecido una serie de canales de TV que tenía activados gracias a una promoción y tal...
- Un momento que lo mire.... efectivamente. Usted tenía una promoción de XX canales por solo tres euros mensuales, pero esta promoción se canceló ayer mismo porque es incompatible con su nuevo contrato. ¿No se lo dijeron ayer?....
- ............ gñgññgñgñgñgññññ............