Deustche Technik
Hoy hemos sentido la implosión escrotal que suele notarse cuando crees que te acabas de cargar una máquina que vale unos 40mil euros, así, a ojo miope. Que para ser de segunda mano, digo yo que ya la han valorado bien, ya…
El asunto es que tenemos un aparato en el laboratorio para medir piezas: la pieza se pone en una mesa de cristal que movemos mediante un mando (como un videojuego) y mediante un visor conectado a un ordenador detecta los perfiles de la pieza en cuestión y mide sus cotas. Esa mesa se desplaza sobre una plataforma de mármol, o granito, o algo así, de tres toneladas de peso, que se dice pronto. Hace apenas tres semanas que la empezamos a usar, y el técnico que vino a enseñarnos nos insistió muy mucho en lo limpias que debieran estar tanto la mesa como la plataforma, para evitar desgracias.
Así que pulcros como somos, hemos limpiado el mármol; como la parte bajo la mesa de cristal no se podía limpiar bien, la hemos movido a una esquina para dejar la plataforma más brillante que la calva de Mr. Proper. Una vez realizada la tarea volvemos a poner la mesa en su sitio y, oh! sorpresa, no se mueve. Apagamos la máquina, la encendemos, intentamos forzar el posicionamiento, pero nada. Revisamos el mensaje de error que nos sale, pero todo es correcto. Entonces es cuando te empiezas a preguntar si la ropa interior que llevas es de tu talla, porque notas que te aprietaaaaa…
La máquina tiene un dispositivo de seguridad que salta si detecta algo dentro de la zona donde se puede mover la mesa, bloqueando el movimiento de la misma. Nuestra primera sospecha es que igual movimos demasiado la mesa para limpiar, y está activando continuamente los sensores de seguridad. Muy buena la teoría, pero eso no nos soluciona nada. Así que finalmente decidimos llamar a Alemania a pedir socorro. Efectivamente, es posible que hayamos movido la mesa muy rápido y no se haya podido detener a tiempo antes de disparar el bloqueo de seguridad. No pasa nada, buen rollito, etc, así que dígame ¿como puedo solucionarlo?. La respuesta no me la esperaba de todo un macroingeniero teutón:
- Empuje usted la mesa
Vamos, y luego somos nosotros los bestias que arreglan todo a golpes. O sea, que si yo llevo mi tele de plasma a arreglar y el técnico le sacude un zapatillazo en la esquina, haciendo que vuelva a funcionar, eso es una chapuza. Pero si lo hace un ingeniero que cobra cuatro veces mas que cualquiera de aquí, alemán para mas señas, entonces es una inteligente muestra de sinergia de conocimientos para lograr la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo (bueno, eso de mínimo, es porque no tuvo que empujarla él, que ya le vale…). ¿Qué la mesa bloquea el sensor? Pues mueva la mesa, buen hombre, y que no lo bloquee!... ¡Que gran Nobel se ha perdido Perogrullo por nacer antes de tiempo!
En fin, la verdad es que tras empujarla (y pensar que realmente ni se había movido, semejante mole), la mesa volvió a funcionar como si nada. Así que ahora nos queda la duda: ¿Para qué perder varios años de tu vida en la universidad si luego puedes arreglarlo todo a martillazos? Nunca lo sabremos….
El asunto es que tenemos un aparato en el laboratorio para medir piezas: la pieza se pone en una mesa de cristal que movemos mediante un mando (como un videojuego) y mediante un visor conectado a un ordenador detecta los perfiles de la pieza en cuestión y mide sus cotas. Esa mesa se desplaza sobre una plataforma de mármol, o granito, o algo así, de tres toneladas de peso, que se dice pronto. Hace apenas tres semanas que la empezamos a usar, y el técnico que vino a enseñarnos nos insistió muy mucho en lo limpias que debieran estar tanto la mesa como la plataforma, para evitar desgracias.
Así que pulcros como somos, hemos limpiado el mármol; como la parte bajo la mesa de cristal no se podía limpiar bien, la hemos movido a una esquina para dejar la plataforma más brillante que la calva de Mr. Proper. Una vez realizada la tarea volvemos a poner la mesa en su sitio y, oh! sorpresa, no se mueve. Apagamos la máquina, la encendemos, intentamos forzar el posicionamiento, pero nada. Revisamos el mensaje de error que nos sale, pero todo es correcto. Entonces es cuando te empiezas a preguntar si la ropa interior que llevas es de tu talla, porque notas que te aprietaaaaa…
La máquina tiene un dispositivo de seguridad que salta si detecta algo dentro de la zona donde se puede mover la mesa, bloqueando el movimiento de la misma. Nuestra primera sospecha es que igual movimos demasiado la mesa para limpiar, y está activando continuamente los sensores de seguridad. Muy buena la teoría, pero eso no nos soluciona nada. Así que finalmente decidimos llamar a Alemania a pedir socorro. Efectivamente, es posible que hayamos movido la mesa muy rápido y no se haya podido detener a tiempo antes de disparar el bloqueo de seguridad. No pasa nada, buen rollito, etc, así que dígame ¿como puedo solucionarlo?. La respuesta no me la esperaba de todo un macroingeniero teutón:
- Empuje usted la mesa
Vamos, y luego somos nosotros los bestias que arreglan todo a golpes. O sea, que si yo llevo mi tele de plasma a arreglar y el técnico le sacude un zapatillazo en la esquina, haciendo que vuelva a funcionar, eso es una chapuza. Pero si lo hace un ingeniero que cobra cuatro veces mas que cualquiera de aquí, alemán para mas señas, entonces es una inteligente muestra de sinergia de conocimientos para lograr la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo (bueno, eso de mínimo, es porque no tuvo que empujarla él, que ya le vale…). ¿Qué la mesa bloquea el sensor? Pues mueva la mesa, buen hombre, y que no lo bloquee!... ¡Que gran Nobel se ha perdido Perogrullo por nacer antes de tiempo!
En fin, la verdad es que tras empujarla (y pensar que realmente ni se había movido, semejante mole), la mesa volvió a funcionar como si nada. Así que ahora nos queda la duda: ¿Para qué perder varios años de tu vida en la universidad si luego puedes arreglarlo todo a martillazos? Nunca lo sabremos….
11 Comments:
At 22/11/06 16:13, Anónimo said…
Sí, lo mejor es lo de Ale-manita,la técnica espanich de siempre.
Mis carcajadas se oyen desde la cocina,(me lo ha dicho la jefa).
Un saludo y un buen dia.......
At 22/11/06 16:48, Anónimo said…
BUENAassssssssss, si doy fe del tema, de hecho, yo mismo empujé, y cual fue mi sorpresa cuando la maquina echó a andar tras dicho empujón, antes de esto , le dije a unos de los compañeros de mantenimiento, que si empujando se solucionaría el tema; y el buen mozo me dijo: hombre no, por favor .
a la pues un saludo...seguiremos criticando a los alemanes
At 22/11/06 16:57, Anónimo said…
A mi lo que mas me gusta es empujar, pronto acabariamos con las guerras y el terrorismo, si la gente empujara mas y no diera tanto la lata :por cierto el 23 de diciembre hay unas jornadas acerca de esto si sabeis por favor comentarlo
At 22/11/06 18:33, Anónimo said…
Muy cierto, yo creo que deberiamos exportar "ingenieros" de los del taller de toda la vida al resto de Europa, igual acabábamos con el problema del paro...
Tesla, gracias por la corriente alterna ;). Aunque es cierto que no había solo que empujar, había que pulsar los botones adecuados para que la maquina se dejara empujar... pero si, fue toda una sorpresa...
Rolf :) no se si a tí te gusta empujar o ser empujado, ejem :-DDD, pero no importa, cada uno disfruta como pueda... ¿Empujamiento el 23 de diciembre sabado? Ni idea, oiga... como no sea la loteria de navidad... :-?
At 23/11/06 07:19, Anónimo said…
Por cierto, Sr. Abuelo, desde la valentía que da la ignorancia... estaba yo pensando que si estás leyendo este desde la cocina, lo de las carcajadas tampoco es que tenga mucho mérito, ¿no?...
;-DD
At 23/11/06 13:01, Anónimo said…
Para cuando una entrada a esa gran figura desconocidad para el gran público que fue mi admirado Nicola Tesla. Que además no era alemán, para más señas (y sin que me tachen de xenofobo). Y que mejor que contar también los honorarios de los alemanes que pusieron en marcha la maquina. Por que casi dejan en ridiculo lo honorarios de la Espe que no llegan a final de mes.
At 23/11/06 13:10, Anónimo said…
¡¡Estaba en la sala!!.
Yo, en la cocina......si..si.
Pero,...¿todo hay que explicarlo?.
Estos jovenes de ahora......
La que estaba en la cocina .....era la jefa y desde allí me oia.
¿¿Entiendes?? LA JEFA.
A los mayores no hay que entender lo que escriben sino lo que quieren decir en su escrito.
¿ Capito ?
P.D.¡Estas bifocales!.Y además me pongo tan nervioso, que hasta tengo faltas de ortografía (a ver si cuela).
Gracias por tratarme de TU ¡me haces tan feliz!.
¡¡Aysss!!
At 23/11/06 13:27, Anónimo said…
Si, yo tambien tengo una foto de Tesla junto a la almohada... si reunes suficientes firmas (ya que no vas a salir para el comité) meteremos una entrada a tal efecto :)
Abuelo, que si lo había entendido!, pero revisando el breve texto se me ha ocurrido la gracia de que si se oye en la cocina, igual estabas en la cocina :-D (ej que una vez expicado no queda tan bien...) :))
Vamos, y yo solo pienso en hacer feliz al prójimo, ya ves... :)
At 23/11/06 18:37, Anónimo said…
¡¡¡¡¡¡Gracias y no sigo que me emociono mucho!!!
Es que soy tan sensibleeee.
¿Será la edad?
At 24/11/06 02:59, Anónimo said…
Buah... menuda panda de florecillas, dandose palmaditas en la espalda los unos a los otros.
¿y a qué huelen las nubes? (Ya, de paso)
Y anda quel otro con lo de "empujar"... tela marinera.
Y esto es lo que tenemos en los laboratorios (devayaustéasaberqué) de eppaña?? Joder, que miedo! XD
Maquinas? esos son aparatos del infierno! Utensilios del demonio!! Afrentas a nuestro señor, que vino a salvarnos armado tan sólo con la palabra y sus bondad infinitass (bueno, y una super chilaba -o lo que sea- megafashion casual look, y unas sandalias de piel de camello super auténticas, o sea) (y la melena al viento, ojo!)
Pues eso... tica tac, golpecito por aqui y ala... a descalibrar las lentes o lo que sea que lleve ese bicho (infernal, recordemos)
un beso al abuelo y una pedorreta pa ti (ni con el peloteo de antes me has convencido) (NM) (como en el cole: necesita mejorar) XD
At 24/11/06 06:07, Anónimo said…
Triz, reconoce que tú lo que quieres es otra medalla, ejem... :-DDD
Ah, y nuestro Señor no creía en las máquinas del Averno porque las sandalias de camello las fabricaban los huerfanos en Britania y el norte de Germania para una empresa que explotaba a niños y esclavizaba turolenses. ADIDVS, creo que se llamaba... ;)
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