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lunes, 24 de noviembre de 2008

Akira

Llegué tarde al mundo del cómic. Pero me puse al día rápidamente. Eso quiere decir que devoré mucho en poco tiempo, por decirlo así, pero, como ventaja, devoré lo exquisito, lo seleccionado, lo recomendado. No tuve que hacer cribas ni leer demasiados peñazos (que también los hubo), porque ya obtenía referencias acerca de lo que valía la pena y lo que no.

Por eso, cuando llegó a mis manos
Akira, fue toda una revolución. Y no solo para mí, sino para toda esta sociedad. Acostumbrado a leer guiones elaboradamente complejos (V de vendetta, Watchmen, Miracleman, El Retorno del Señor de la Noche, Arkham Asylum, Black Dahlia, Elektra Asesina y tantas otras...), de repente me llegan una serie de tomos que no hay que leer, solo mirar... Fue todo un shock que toda la trama se desarrollara visualmente, sin apenas textos en medio. Prácticamente se trataba de ver una película a traves de fotogramas. Y el resultado fue fabuloso.

Hace ya 20 años de esto, pero mi recuerdo sigue siendo agradable. Tanto el cómic, como la versión mal grabada y sin traducir de la película que se hizo aprovechando su éxito. Esto fue algo mas que una buena historia. Fue la puerta de entrada del manga a esta piel de toro. Y el inicio del record que hace a "Neotokio" la ciudad mas veces brutalmente destruída en la ficción :). Fue, en definitiva, el
inicio del Apocalipsis.

2 Comments:

  • At 25/11/08 06:16, Blogger MonSeñor Gusano said…

    Que razón tienes. En su momento me pareció original, ya que buena buena...no es. No aguanta una relectura a día de hoy, salvo por los "santos" que si que estan bien. Es como Mazinger Z, que buenos me parecian, y que horror volverlos a ver. Pero siempre quedan con el buen recuerdo que nos dieron en su momento. Por cierto lo que recuerdo es que eran muy caros para entonces.

     
  • At 26/11/08 17:53, Blogger Soundtrack said…

    Ya, pero siempre se puede recordar la emoción que daba el momento. Yo veo Mazinguer Z e intento no verlo con mis críticos ojos de adulto, sino como me hacía sentir de pequeño...

     

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