Somnia

Llevo unos días en que mis horas de sueño nocturno no son todo lo placenteras y relajantes que se supone que deberían ser. Y todo ello debido a que, de vez en cuando tengo unos sueños no precisamente sosegados. No son pesadillas, sino sueños muy vívidos en los que, mira tu por donde, estoy trabajando. Y ya me ha sucedido una serie de veces con la suficiente frecuencia como para no pensar que se trata de hechos aislados. Pero el que he tenido esta misma noche sí que me ha descolocado del todo.

Supónese que estábamos actualizando los puestos de medición de unas máquinas, donde los operarios miden el espesor de las piezas fabricadas. Estábamos colocando nuevos enlaces USB para que las mediciones se grabasen directamente a la base de datos general, pero al conectarlas a los equipos de medida, las vibraciones de la máquina en funcionamiento hacía que los resultados no fueran estables. Si esperabamos datos en un rango entre 0.10 - 0.15 milímetros, las mediciones nos daban uno, dos, o incluso ocho milímetros. Así que ahí estaba yo, revisando los datos de prueba a pie de máquina para ver dónde la gráfica mostraba datos erróneos, y así compararlas con los datos de fabricación de ese instante para intentar detectar un patrón que nos permitiera descartar automáticamente mediciones erróneas en un futuro.

Hasta ahí bien, rollazo, pero bien. Lo chungo empezó cuando, entre gráfica y gráfica de datos, aparecían intercaladas fotos de Elsa Pataky con una minúscula cantidad de ropa cubriendole el cuerpo. Lo de "minúscula" es por decir algo suave. Y lo de "cubrir" también, claro... Aun recuerdo el desasosiego cada vez que entre curva y curva de Gauss me aparecía de golpe un primer plano de los turgentes senos de la Pataky mirando al infinito, como desafiando a las universales leyes de la gravedad... Y yo buscando gráficas de desviaciones para no salir tarde del trabajo y en vez de eso solo encontraba imágenes que parecían hechas por un amateur del PowerPoint. Que angustia, oiga...

Y así me he despertado, con la sensación de que aun quedaba trabajo por hacer. Y eso no es forma de descansar, no señor. Aunque lo preocupante de verdad es que se supone que en los sueños uno reacciona como en la vida real al no saber que es un sueño, así que... ¿Si esto me sucediera de verdad (es un suponer), resulta que me mantendría íntegro, a la par que cachondeable, por el resto de la Machimbrada Ibérica?... ¿Si se me apareciese doña Pataky vestida solo con un tanga y zapatos de tacón, y me dijera "te haré lo que quieras", le pediría que me descartase los valores obtenidos por encima de la tolerancia superior, por ir adelantando faena?...

Joer... no, si mal no me sabe... pero si algun día me jubilo, me temo que tendré muy poquitas cosas de las que presumir en la tasca ante los amigotes... :-P