Viaje con nosotros ( I )

Los tres o cuatro que os pasais por este irregular blog, ya sabréis que no soy un enamorado de los viajes, precisamente, con lo que cuando mi jefe me dijo "Oye, ¿que te parece pasar un día en Alemania para atender un sencillo asunto?", evidentemente no se lo agradecí directamente con lágrimas en los ojos. Le pregunté si no podría ir mi compañero, pero él ya fue la última vez, así que ahora me tocaba a mí.

La verdad es que el motivo era algo bastante indoloro... un cliente de Barcelona tenía problemas con unas piezas que le vendíamos, aunque el origen de asunto era por la materia prima fabricada en Alemania, así que el cliente quiere visitar la fábrica de allí para ver qué es lo que sucede para dar problemas. ¿Y que pintamos nosotros en todo esto?, pues que como nosotros somos "el intermediario", además de pertenecer a la misma multinacional, pues supongo que quiere verse acompañado de algun tipo de escudo humano para cuando empiecen a llover las host... digoooo... cuando la reunión llegue a algún punto incómodo para ambas partes, ejem.

Ya estuve una vez en esa fábrica el año pasado, y tenemos un cierto contacto y grado de confianza con la gente de allí, así que dentro de lo malo, no me parecía tan mal plan.

Qué equivocado estaba.

La idea es hacer la visita el jueves, con lo que debemos estar en alemania a tiempo para la visita, y despues volver aquí. El cliente de barcelona tenía mas bien poco problema, puesto que el avión sale y vuelve desde El Prat, pero yo lo tengo algo mas complicado. Así que les propongo preparar el viaje de forma mas bien cómoda: viajar a Alemania en miercoles, trabajar en jueves, y el viernes por la mañana de vuelta al país del pelotazo urbanístico. Parece sencillo. Pues no, mire, no lo es tanto. Hay que tener en cuenta es que el cliente y yó pensábamos ir y volver juntos en avión, con lo que debo tener en cuenta que desde zaragoza no se puede ir precisamente paseando; además el cliente tiene muy claro que el viernes debe desayunar en España, así que propone ir y volver de Alemania el mismo jueves. Tras superar el espanto inicial, ya le digo que él puede hacer lo que quiera, pero que yo lo tengo muy crudo si debo ceñirme a ese plan, así que en el peor de los casos, volveríamos el jueves por la noche pero la salida yo la haría antes. A todo esto, el tiempo va pasando y nos acercamos al famoso jueves, sin haber preparado nada del viaje, of course.

Imagen visual de la habitación que me esperaba en Alemania para dormir...

Cuando quedaban tres o cuatro días para la salida, me dice que de acuerdo, que preparemos para salir el miercoles y volver el jueves. Bueno, mi vuelta será algo dura pero lo acepto. Así que empezamos a buscar hoteles, y pedimos ayuda a los alemanes, que se encargan de estas cosas. Primera little cagada: en Alemania es fiesta (es el día que derribaron el muro de Berlín) y nadie nos contesta. Mientras pasa el tiempo y seguimos sin respuesta, a falta de 48 horas para la salida, el cliente nos dice que mejor no, que el saldrá el jueves y volverá el viernes, y que ya tiene los viajes preparados. Así que a correr para buscar billetes de avion, aunque ya está decidido que la ida la haré el miercoles por mi cuenta. Seguimos sin tener noticias de alemania, así que con la desesperación del que no tiene techo y no se fía de dormir bajo un puente germano (aunque sea de lujo), se me ocurre llamar directamente al hotel donde se supone que tendremos las reservas, para confirmar que hay una cama con nuestro nombre. Segunda little cagada: No hay reservas; hay una convención de médicos o algo así y no hay habitaciones libres en ese hotel, y dudan que haya en toda la ciudad... Se pone interesante, ¿eh?. Y si, los billetes de avión ya estaban cogidos...

(Continuará...)