Auditado y hundido

Bueno, pues finalmente fuimos a echarle un vistazo a esa empresa que ultimamente estaba dejando un poco que desear en su servicio, como os comenté el otro día. Y, la verdad, no fue para tanto. Las expectativas fueron mucho mayores que el anticlímax en que al final se convirtió.

Salimos con intención de darles un cariñoso toque de atención al respecto, pero a medio camino se nos advirtió que tal vez esa no fuese la mejor estrategia. Resulta que desde no hace mucho habíamos dejado de comprarles piezas de las suculentas, por decirlo así, y prácticamente solo les comprábamos piezas que o no eran cantidades importantes, o eran tan chungas que nadie mas quería hacerlas. Así que se daba la circunstancia de que ellos tenían mas ganas que nosotros de reunirnos y ver qué pasaba.

Si bien no teníamos intención de ir de duros, esa novedad nos hizo rebajar mas aun el nivel, hasta dejarlo en "colegui". Si lo hubieramos rebajado aun mas, habría sido el nivel "exaltación de la amistad", con las consecuencias que conlleva.

Tras perdernos por el polígono, y preguntar la dirección a gente que siempre daba la casualidad que tampoco eran de allí, al final llegamos al destino. Solo vimos las oficinas centrales, ni siquiera nos paseamos por la fábrica, y reconozco que eran muy hogareñas y acogedoras. Se trataba de la típica casa rural que habían adaptado para albergar oficinas y alguna salita de reuniones. De hecho, la sala en la que estuvimos, parecía un salón cualquiera de una sala de estar, con su tresillo, su librería, y su revistero estratégicamente situado. La mesa podía servir para discutir acciones correctoras o para comer en familia. Y eso no le quitaba dignidad ni seriedad al evento. Curioso.

Tras las presentaciones de rigor, el gerente empezó haciendo lo que esperábamos, y que era lógico en su caso. mas o menos vino a resumir que si queríamos calidad, pues que la paguemos y punto :-). Habia piezas que llevaban 20 años fabricando y no habiamos autorizado el pago de mejoras en el proceso, y habia otras que directamente nos pidió por favor que dejáramos de comprar, que le venía mejor. En cuanto dejamos claro que como Departamento de Calidad nuestro interés era que el producto fuera bueno, y que ya nos tocaría pelear con quien corresponda (eso sí, sobre la decisión final no teníamos potestad) la cosa se relajó un poco.

Todas las posibles mejoras que podían hacerse ya se habían hecho (recordemos que el asunto comenzó el verano pasado), y de hecho su servicio había mejorado sensiblemente, pero si había que ir, se iba. no somos quienes para cuestionar la autoridad de un tipo que cobra el triple que nosotros. Al final nos dieron un dossier resumiendo los problemas y soluciones que se habian tomado, pude hacer un par de chistes para relajar el ambiente, y a esperar que la cosa fuera a mejor.

Que se le va a hacer; me hubiera gustado tener mas carnaza que echar al post, pero a veces hay suerte y las cosas son tranquilas y llevaderas. A ver que pasa la próxima vez...