The Soundtrack Engine

Seguro que tienes algo mejor que hacer...

miércoles, 31 de diciembre de 2014

M

Quería aprovechar esta entrada, la número 1.000 del blog, para poder publicar algo medianamente decente, épico, glorioso, o simplemente que no fuese aburrido. Sin embargo me siento frente al teclado y no me sale nada. Creo que no es por falta de temas o de ganas de escribir (Twitter va cada vez de mal en peor gracias a mí), sino a que no encuentro el ánimo suficiente como para ponerme a ello de forma seria.

Uno intenta impermeabilizarse frente a la Vida Real™ que hay fuera pero me resulta imposible. Mientras el común de los mortales tiene que lidiar con heroicidades como su empleo, su salud o su educación, van goteando noticias acerca de cómo vive la élite, aquella que nos exige sacrificio mientras, presuntamente, nos vampiriza saltándose la legalidad y la legitimidad por el forro.

Salvo que uno sea Marianista dudo que haya que recordar todas las indecencias que han ido apareciendo en los últimos meses y años, así que me lo voy a ahorrar. Solo sé que este año que entra ahora mismo será bastante crucial. Bastante importante. Puede que sea la última oportunidad en mucho tiempo de intentar reconducir las cosas.

No soy optimista. Creo que la cosa ha llegado lo suficientemente abajo como para que suceda algo gordo. Pero no sucede, y me pregunto si acaso es que el equivocado soy yo. ¿Podría ser? No puedo descartarlo de buenas a primeras. Maldito seas, método científico…

Lo único que puedo hacer es seguir insistiendo y trabajando por lo que creo justo. Y esperar que otros muchos que hacen más y mejor que yo tengan éxito. Mi desconsuelo es: si se consigue algo, ¿llegará a tiempo para la gente que está en las últimas?... La empatía es un don envenenado.

La esperanza y la ilusión, mal entendidas, solo sirve para que nos quedemos quietos en casa esperando que otro lo solucione todo. Mucha gente se ha cansado de esperar y la gran cantidad de movimientos sociales que van apareciendo se llenan de Héroes que hacen lo que el Gobierno ha decidido quitar. Pero aun falta gente. Demasiada gente. Para tantas cosas…

No voy a desear feliz 2015. Ganáoslo.