El espiritu de las navidades pasadas
Porque, siendo sinceros, las fiestas de Navidad, con todos sus buenos deseos, sus buenas vibraciones, sentimientos, etc..., a veces no llegan ni a paréntesis. Me explico: mis problemas seguirán existiendo despues de reyes (y los de todos los demás, claro), la hipoteca seguirá subiendo, habrá dificultades para encontrar empleo, y sin embargo seguimos pensando que con el cambio de año todo puede ir a mejor.
Y claro que la esperanza es lo penúltimo que se pierde, vamos, pero, ¿a que viene todo este rollo apocalíptico?... Pues se trata de una sensación que tengo todos los años pero no sabía darle forma, y sin embargo un comentario de Eva hace un par de posts me abrió la vista de golpe. Me explico, se trata de todo ese teatro de la buena voluntad navideña. Cuando es navidad, todo el mundo se esfuerza por ser mejor, mas bueno, amable y simpático con sus cohetáneos. ¿Por qué?.
¿Por qué solo en navidad?. Yo soy incapaz de ser malvado, sentir rencor o hacer la puñeta voluntariamente en ningun momento del año. Me sabe mal decirlo, pero digamos que soy "demasiado bueno", o, como me han llegado a insinuar, "bueno hasta ser tonto". Y que de tan buena persona que soy, alguien en algun momento me dará por detrás tan hasta el fondo que me hará cosquillas en la lengua, a ver si espabilo. ¿Pero por qué debo espabilar?. Considero algo básico el que la gente deba llevarse bien, que todo se soluciona hablando, que sacrificando parte de mi voluntad para satisfacer otras voluntades, se llega a un nivel de armonía dificilmente alcanzable de otra forma. Y eso procuro hacerlo día a día, no tiene que venir un papa noel falso vestido de coca-cola (porque como todo el mundo sabe, papa noel viste de verde, si ahora lo vemos rojo es gracias a la todopoderosa Coke) para decir "comienza la temporada de bondad! Sed buenos hasta despues de reyes!". Y fingiendo ser perfectos durante un par de semanas, podemos permitirnos el lujo de sercaprichosos, egoistas e interesados el resto del año. Igual estoy siendo muy pesado, pero insisto: es mi culpa el no saber lo que es el rencor, ni saber desear nada malo a nadie, por mucho que se lo merezca. Tal vez por esta razón tampoco entiendo que sea necesaria la Navidad para que la gente se comporten como personas de una maldita vez.
Lamento este rollo. Pero la inmensa campaña de marketing en la que se convierte cada vez mas la celebración del nacimiento del Dios de los cristianos, me supera. Espero estar equivocado y que el año que viene os sea infinitamente mejor que el mejor de los que ya habeis vivido.
Sed felices.